¿Sabes distinguir entre estrés y ansiedad?
Primero, déjame contarte la diferencia principal entre el estrés y la ansiedad, ya que muy a menudo usamos sus definiciones cruzadas.
La causa del estrés es la presencia de un factor estresante (y ahora vivimos un multifactor estresante).
La ansiedad es el estrés posterior a ese factor estresante (lo que vendrá después del multifactor que estamos viviendo).
Todos sufrimos de estrés empezando por los niños, siguiendo por los adultos, ancianos y acabando por nuestras mascotas. Vivíamos en un mundo estresado de por sí, paradójicamente cuantas más comodidades para ahorrarnos tiempo, menos tiempo teníamos porque lo seguíamos llenando con más actividades, si a esta dinámica le añadimos la situación actual que estamos sufriendo… el estrés que nos rodea es insostenible y está desembocando en una cronicidad que hay que empezar a gestionar lo antes posible.
¿Quieres valorar tus niveles actuales de estrés ahora mismo?
Te dejamos algunos test, como son bastante limitados a nuestro entender, ten en cuenta que no son supervisados por un profesional que vaya orientando la entrevista con las preguntas personalizadas, te recomendamos que saques una media orientativa , si solo te sale uno con un nivel elevado y en los demás no, valora el cómputo global. Son preguntas escogidas por profesionales y su tendencia marca tanto las preguntas como su valoración.
Test de Sanidad de estrés percibido.
Test aproximado de nivel de estrés.
¡Contacta con Esfera para analizar tus resultados y ver como te podemos ayudar. Aquí!
¿En qué situación estamos?
La situación no es desesperada aún, pero falta poco. Todo llegará durante las próximas 8 semanas, tengamos paciencia. Las medidas que se aplican no están dando resultado, pero se siguen aplicando las mismas y forzando cada vez más una situación extremadamente insostenible para el bienestar de la salud mental y emocional. Sobre todo para el personal que trabaja en sanidad y los cuerpos de protección.
Es un castigo permanente y cada vez más contundente al que estamos sometidos y que no nos queda otro remedio que aprender a pasar lo máximo desapercibidos posible.
No tenemos derechos fundamentales ni opinión. Estamos bajo las amenazas constantes de la cultura cristiana de ese antiguo dios que si no cumples con sus normas te manda plagas y al lugar más oscuro del universo.
Anónimo
Se te ha prohibido el contacto social a ti que eres un ser que precisas de esa sociabilidad para tu bienestar. Se le ha limitado el oxígeno a las células que es su principal alimento.
Se te ha privado de sol para que no recibas la vital vitamina D que mantiene tu estado anímico en condiciones.
Estamos enfermando por ser responsables, sumisos y obedientes. Nuestro cuerpo está deteriorando por la afectación emocional que implica todo este mundo de contradicciones e incoherencias en el que estamos transitando ahora mismo.
Cada vez tenemos menos recursos y a medida que el miedo va aumentando nuestro estado de salud (homeostasis) empeora.
La falta de oxígeno nos vuelve más torpes, vamos más cansados y estamos más irascibles, y eso es la traducción de que cada día tenemos más miedo, estamos más estresados y va apareciendo paulatinamente una ansiedad social de esta parte histórica de la humanidad que hemos escogido vivir,
Todo esto está en proceso de acumulación como ese volcán silencioso que va acumulando magma en su interior hasta que algún día, por la razón más simple que sea, entraremos en erupción. No esperes a la explosión para cuidarte.
Supongo que a estas alturas y como estamos de acuerdo, sentirás que todo eso ya lo sabías de una manera u otra y la pregunta puede que sea la misma que nosotros nos hacíamos hace unos días: Vale, pero ¿y que hago yo?
¿Y qué hago yo?
Y para eso hacemos este escrito, para darte puntos de vista e ideas que te permitan pasar lo mejor posible por esta situación sin que te quedes con un trauma de por vida y/o con secuelas en tu estado de salud que no te permitan seguir avanzando por la vida con felicidad y bienestar.
Lo primero de todo y lo más importante, No esperes a que el volcán entre en erupción, no esperes a entrar en la profundidad de la espiral depresiva de las próximas semanas con tan pocas horas de sol y tantas presiones y limitaciones que hay y que vendrán.
Haz una valoración de tu estado actual y haz algo inmediatamente, sea para desviar la curva descendente que lleva esta sociedad y salirte de esa inercia o ya sea para ponerte lo más fuerte posible en los tres niveles de la salud (física, mental y emocional) y poder afrontar en un estado lo más ideal posible, este desierto que la vida y la mala gestión nos hace atravesar.
Después de valorar y ser conscientes de la situación actual, vamos a anticiparnos a lo que vendrá y que tanto si queremos ver como si no, sabemos que ya lo tenemos encima.
¿Cómo piensas afrontar esta situación?
Planifica tu estado de bienestar al máximo de tus posibilidades. Mira, observa y aprende para sobrevivir en este medioambiente tan enrarecido y agresivo en el que nos encontramos.
Para los más ágiles y despiertos déjame aclarar que nos referimos a una supervivencia en todos los “planos “o facetas del ser. Seguro que entre líneas entiendes y sientes.
Primero, respira oxigeno todo lo que puedas. Si la “ley” dice que si haces deporte puedes quitártela, haz deporte, a tu ritmo, sin forzar ni pretender hacer maratones, nadie te obliga a ir sacando los higadillos por la boca, pero de momento, con un chándal y haciendo el deporte que sientas, cumples con las ordenanzas del estado y con la coherencia de tu ser que necesita alimentar sus células y sus neuronas de oxigeno para no deteriorarse y enfermar. Mantén la distancia de seguridad, sobre todo con la civilización si puedes, busca espacios tranquilos, relajados, mar, árboles, silencio, recarga tus pilas y alimenta a tu organismo de esa preciada y maravillosa función de la respiración.
No pretendas tener razón por muchos conocimientos que tengas sobre anatomía, enfermedades, espiritualidad, amor. El enfrentamiento alimenta la enfermedad y el desgaste innecesario te agotará. Guarda tus fuerzas inteligentemente para llegar al otro lado de este velo incoherente que vivimos.
Ten una despensa que te dé una tranquilidad para no sufrir cuando los medios de comunicación pretendan generar procesos paranoides e histéricos en la población, adelántate a tener alimentos imperecederos en casa.
Tira el televisor, no lo apagues, deshazte de él. Las personas que vienen a nuestras consultas que aún tienen esos aparatos, son las que más están sufriendo porque el bombardeo es atroz, constante.
¿Sabes cómo gestionar el estrés?
1º párate y date cuenta de cómo te sientes, el miedo, la inestabilidad social, la inseguridad, la sobre preocupación, la ira, …. Son patógenos endógenos que nos crean estrés y ansiedad provocando un sobre calentamiento de todos nuestros órganos y sistemas y una sobre excitación del sistema nervioso llevándonos a la enfermedad y muerte. Busca un profesional que te acompañe para tu mejoría.
2º busca técnicas que te ayuden a gestionar y mover tus emociones como la meditación, salir a pasear por la naturaleza, hacer deporte, qi gong, yoga, En Esfera hemos creado un paquete antiestrés para dar herramientas y soluciones prácticas para este momento.
3 º mejora tu alimentación, come alimentos frescos, poco procesados, frutas y verduras de temporada y a ser posible ecológicos. Intenta eliminar o reducir los productos lácteos derivados de la vaca, el alcohol, las conservas, carnes rojas, harinas y azúcares refinados.
4º descansa durante el día un par de veces y duerme las horas que necesites para recuperarte del ajetreo diario.
5 obsérvate y siéntete para saber qué te hace falta en cada momento para mantenerte bien, recuerda que el estrés es el primer factor directo o indirecto de muerte. Gestionarlo depende de ti. No lo dejes pasar hasta que sea latente.
Estamos aquí, estamos contigo.