Hola de nuevo, hoy toca dar las gracias, hoy toca una de esas partes tan agradables en la vida que es dar las gracias y dejarse llenar la cara con una sonrisa de oreja a oreja y respirar profundamente como si los pulmones fueran a expandirse más allá de las costillas.
Y toca dar las gracias porque una vez más hemos realizado las jornadas de puertas abiertas y hemos generado un movimiento tal que todas las horas de dedicación, ahora mismo parecen pocas y olvidamos el esfuerzo y el agotamiento que supone desde agendar la fecha, contactar con cada colaborador, con la asociación a la que destinamos las aportaciones alimentarias, respirar y cuadrar todo para que se puedan movilizar todas esas personas con sus actividades.
¿Por qué toca dar las gracias?
En este momento es cuando, mirando desde la distancia, parece imposible que se hayan podido dar tantas causalidades como para que todas esas personas se hayan unido cuadrándolo todo a la perfección.
Y, por si fuera poco, le sumamos el contacto personalizado con cada una de las decenas de asistentes que han participado en estas jornadas con sus invitaciones y los centenares que han seguido, en directo o posteriormente, los talleres propuestos voluntariamente por los profesionales que componen esta gran y numerosa familia de vida que es Esfera.
¿Cómo?
Aquí se cruzan muchos caminos y se crece conjuntamente cada día, desde que se abre la puerta del centro hasta que se vuelve a abrir.
Las historias personales de seres que en un momento de su vida han necesitado un empujón y sentirse arropados. Personas que han descubierto que no están solas y que hay más gente igual, mucha más de la que se pensaban.
Las coincidencias de venir, entrar y sentir con que profesional coincide el camino de vida y que te puede aportar lo que te hace falta en ese preciso momento de cambio, de crecimiento, de salir del túnel, de emerger de la cueva.
Las intuiciones de personas que han venido sin saber ni como ni porque, pero algo les ha susurrado que en este espacio encontrará algo y el resto ha sucedido maravillosamente sincronizado.
¿Cuándo?
Cada día hay magia y cada día ocurre la magia en este espacio de respeto y sincronicidad. Seres que se unen y crecen durante las formaciones, seres que van pasando de usuarios a alumnos y que acaban convirtiéndose en profesores, seres que suman y llegan a multiplicar tanto aquí como por donde andan…
Gracias, gracias y gracias a cada uno de los que ha pasado o ha querido pasar por aquí estos días concretos.
Gracias Emma, Gema, David B., Sara, Max, Maika, Cecilia, Felicidad, Héctor, Irene, Karmen, Ramón, Abel, Gerard, Noemí, Isabel y a David E. Por venir.
Y Gracias a Óscar, Sonia, Núria, Jordi, Marta, Ana, Carme, Edgar, Rossor, Llorenç, Ruth, Yrmgard… porque sabemos que queríais estar aquí y que habéis estado, aunque no sea con el cuerpo físico. Tiempo tendremos durante el año para seguir compartiendo
¿Con quién?
Casi treinta excelentes profesionales y mejores personas más tres incorporaciones nuevas con quien las personas pueden tener acceso a través de Esfera para sus crecimientos o formaciones, simplemente sobran palabras.
Entre todos nos comunicamos, entre todos hacemos una red consciente, entre todos tenemos un abanico de posibilidades para cada persona que entra, que nos hace un espacio único y a todos gracias.
Y gracias a cada una de las personas que han venido y han traído alimentos para los niños de Asalma, gracias porque son nuestra razón de ser y nuestra motivación de aprender y aprender.
Y gracias porque cada uno es un pequeño maestro con el que compartimos vida tanto en consulta como en las formaciones o talleres.
Y gracias a los que querían asistir, pero otras circunstancias se cruzaron en su camino para estos días. Lo importante es la emoción de querer, lo importante es la intención de compartir y lo importante es ser lo que cada uno es, un ser maravilloso.
Gracias, gracias y gracias, seguiremos sumando y aportando otro año más.