Como descubrí las Flores de Bach
No sé si has oído hablar de las flores de Bach, incluso si las has tomado, pero quiero compartir mi experiencia contigo.
La primera vez que oí hablar de las flores de Bach fue en una dietética en Barcelona.
Por aquel entonces era joven, apasionada y radical. Estaba estudiando mi segundo año de acupuntura y aún había muchas cosas que no acababa de entender, como los conceptos de Qi, energía, vibración… piensa que te estoy hablando de hace más de 25 años y era todo bastante más hermético e inaccesible que ahora.
Entré en una dietética a comprar y vi un letrerillo escrito a mano donde decía “se hacen flores de Bach”, me quedé atónita mirando ese curioso cartelito como si me llamara y sentí como me iba acelerando por momentos, ¿qué era eso?.
A mi mente occidental, práctica y científica ya le costaba entender los conceptos de la medicina tradicional china, como para ahora imaginar que unas flores podían ayudar a las personas, mi reacción fue, pues la más normal y coherente para ese momento de vida y estructura de pensamientos … ¡ya no saben que inventar!.
¡Qué atrevida es la ignorancia! y más si se combina con la juventud. Salí de la tienda sin comprar nada, ni siquiera pregunté por las flores, solo pensaba que eran unos estafadores.
A los pocos días fui a una farmacia y mientras esperaba mi turno me fijé en una publicidad que había en el mostrador, ¿sabes que decía esa publicidad? Pues si: ¡Formación en Flores de Bach!. Imagina y siente mi sorpresa. Fue brutal, otra vez aparecían las flores de Bach, y para colmo en una farmacia.
No pude evitar el impulso de informarme sobre ellas, así que me apunté a la formación. “Para opinar sobre algo hay que conocerlo”, así que estudié Flores de Bach con Ricardo Orozco.
Entré en un mundo espectacular donde me fascinó descubrir al Dr. Edward Bach, creador de este método, su apasionante visión sobre el ser humano, los campos energéticos y la salud.
A medida que me iba adentrando en el mundo de las flores, me iba conociendo mejor, me iba aceptando más y no me juzgaba ni me exigía tanto como había venido haciendo hasta ese momento.
Me enamoré de esta terapia tan sencilla, holística, energética y natural, sin contraindicaciones médicas y mencionada por la OMS.
Decidí que mi tesina de acupuntura sería sobre la aplicación de las flores de Bach, precisamente en el tratamiento de acupuntura, una combinación con rápidos y excelentes resultados.
Descubrir las flores de Bach cambió mi forma de ver las cosas y sobre todo de vivirlas. Aprendí a ser más tolerante, menos exigente y sobre todo a fluir. Lo importante no es lo que sucede sino como lo vives, cómo lo sientes.
Aprendí que si quieres cambiar puedes hacerlo y las flores te ayudan a tener otra visión y perspectiva sobre como vives la vida.
¿Qué son las flores de Bach?
Las flores de Bach son 38 remedios naturales extraídos de flores silvestres. Cada flor tiene unas propiedades concretas y la combinación entre ellas es el tratamiento que se administra. Esta combinación es personalizada para cada persona de manera individualizada.
Las flores de Bach son una terapia natural, holística y energética sin efectos secundarios ni contraindicaciones médicas. Esta terapia se puede combinar con otras terapias y tratamientos ya sean naturales o alopáticas. La ingesta o el uso tópico de las flores agiliza y potencia la recuperación de la salud y bienestar de la persona, animal o planta.
¿Funcionan las flores de Bach?
Esta es la pregunta que más veces he oído a lo largo de todos estos años, imagina la de veces que me lo han podido llegar a preguntar. Al principio tengo que reconocer que me molestaba y contestaba seriamente: si no fuera así no podría vivir de mi trabajo, otras veces me reía y no intentaba convencer, ahora digo simplemente SÍ.
La experiencia de más de 20 años de práctica en consulta, avalan los resultados. Y sobre todo, las opiniones de las personas que han pasado por este tratamiento y han desbloqueado sus vidas para dar saltos de calidad maravillosos. Parece increíble y al principio puede costar creer (como fue en mi caso) que a través de la energía de la flor puede haber cambios en la persona, pero es así. Más información.
Si entendemos que todos somos energía, podemos sentir que al tomar las flores creamos una sinergia entre nosotros y ellas.
En consulta me he llegado a encontrar casos donde he propuesto el tratamiento con las flores de Bach y me han dicho que ya las han tomado y no sintieron nada, que no funcionaron. Lo que he descubierto es que en todos esos casos, el denominador común era que las flores no estaban personalizadas.
Es importantísimo que las flores sean las adecuadas para ti, sino carecerán de beneficios ya que la energía de las flores no hará la sinergia contigo, con tu cuerpo, mente y espíritu.
Beneficios de las flores de Bach
La mayoría de las personas creen que las flores de Bach funcionan para tratar aspectos emocionales, pero en realidad funcionan para TODO, tanto a niveles físicos como psicológicos, emocionales y desequilibrios energéticos. También armonizan espacios, y por supuesto, suben la vibración tanto de la persona como de cualquier ser vivo.
¿Quién puede tomarlas?
Desde bebés recién nacidos, hasta mujeres embarazadas, pasando por niños, adultos, personas mayores, animales e incluso plantas.
De los animales que he tratado en consulta, he observado, sobre todo a los que venían de una adopción, que los resultados han sido espectaculares. Normalmente, son animales que vienen de una situación de abandono, que suele ser traumática y pueden desarrollar comportamientos de miedo, inseguridad, agresividad…. Las flores de Bach les ayudan a gestionar y cambiar esos comportamientos, a adaptarse a la nueva vida.
Es una terapia fácil de administrar como usuario ya que son gotitas que puedes tomar directamente o acompañadas de un poco de agua o líquidos, prácticamente no tienen sabor y los niños y bebés no tienen dificultad para tomarlas. Al ser una terapia natural, holística y energética los cambios que se producen son globales.
En niños y bebés esos cambios son muy rápidos porque son personitas que se están formando y aún no han tenido tiempo de crear sus corazas.
Recuerdo un niño que vino a consulta, tenía 7 años y se sentía ansioso, inquieto y nervioso porque se acercaba su primera comunión. Era un niño con una tendencia “inquieta” y su madre decidió que probara las flores de Bach porque “ya no podía con él”. Lo primero que le pregunté al niño a la hora de hacerle la ficha técnica fue qué quieres cambiar, cómo te sientes, él me contestó sin dudar ¡QUIERO SER FELIZ!
Me impacto tanto su respuesta, tenía muy claro lo que quería y cómo se sentía. ¿Cómo era posible que un niño de 7 años no se sintiera feliz?, era un niño querido, en una familia estable, con amigos y sin problemas escolares y aun así ¡no se sentía feliz!. Le hice el preparado, y esperé a que viniera por segunda vez. A la siguiente visita, su cara había cambiado, estaba más sonriente y relajado. Lo primero que hizo fue darme las gracias, ya no se sentía tan inquieto y nervioso, y lo más importante era FELIZ, seguimos dos meses más con el tratamiento.
Por este resultado y lo que me comparten las personas antes durante y después, me dedico a las flores de Bach; tanto a recomendarlas en consulta como a formar a otros terapeutas con una formación completa y rigurosa.
